La Trampa es una de las cuatro marcas que conforman Bárbaro Project, un proyecto de cocina ciega especializado en comida rápida, desarrollado como parte de mi Trabajo de Final de Grado. Esta marca se centra en el universo de los postres, con una propuesta visual y conceptual tan adictiva como sus productos.
La marca se construye sobre una analogía clara y emocional: como un niño atraído por un caramelo, imposible de resistir. Bajo el eslogan “caer en la trampa nunca había sentado tan bien”, la marca normaliza el disfrute del dulce sin culpa, generando un espacio libre de juicios, donde comer algo dulce es tan natural como compartirlo.
Visualmente, el universo de La Trampa se apoya en colores como el amarillo, rojo y crema, transmitiendo energía, calidez y dulzura. El brand asset principal es una espiral, que representa tanto un caramelo como esa sensación de atracción inevitable. El packaging aprovecha la forma redonda de las tartas para integrar el diseño, y en el caso de porciones individuales se usa cartón neutro con pegatinas de identidad fuerte y juvenil.
En redes sociales, La Trampa conecta con un público joven y espontáneo. En Instagram, el contenido gira en torno a producto, comunidad y participación. En TikTok, se apuesta por un tono más atrevido con dinámicas como catas a ciegas, cámaras ocultas o días con el equipo.
Un proyecto con personalidad visual, sentido estratégico y vocación de marca real. Una trampa en la que da gusto caer.