Esta pieza audiovisual forma parte del proyecto completo sobre la gentrificación en Patraix, desarrollado junto a un equipo multidisciplinar. El objetivo del vídeo era complementar el mensaje gráfico con una narrativa emocional que ayudara a conectar con el espectador desde lo humano y cotidiano.
A través de imágenes del barrio, testimonios, sonidos urbanos y una estética cercana y honesta, el vídeo da voz al conflicto que viven muchos vecinos: la pérdida de identidad del lugar que habitan. La pieza fue concebida como una herramienta de concienciación para redes sociales y eventos comunitarios, buscando generar conversación y empatía.
El audiovisual no solo amplifica el impacto del proyecto gráfico, sino que refuerza la misión del mismo: crear conciencia colectiva desde la creatividad y la comunicación visual con propósito. Una experiencia que demostró cómo el diseño y lo audiovisual pueden unirse para provocar reflexión y acción.